FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Hace 21 años.



Este sábado pasado celebramos en casa el 21 aniversario de las llamadas “cenas jueveras”, aunque era sábado. Podía haber sido otro día, pues el día exacto en que empezamos se pierde en “la noche de los tiempos”, pero el año sí fue el 1991.
Así pues, alguna noche del año 1991 empezamos un amigo, una amiga y yo a cenar juntos y después a jugar al póquer a lo “far west” pero con dólares falsos, claro. Muy pronto vino también “la amiga más que amiga” del amigo. Hoy, veintiún años después la amiga es mi mujer y “la amiga más que amiga de mi amigo” es su mujer.
Y  hoy veintiún años después seguimos quedando todos los jueves del año a cenar en casa, aunque ahora ya no jugamos al póquer. Hablamos, nos reímos,  compartimos…es bonito.
A lo largo de todo este tiempo ha ido pasando mucha gente. A algunos el devenir de la vida les ha llevado por otros caminos y ya no les vemos el pelo, otros vienen de vez en cuando, y otros nos vemos casi todos los jueves. Así, hay veces que somos seis o siete, otras doce, trece, a veces dieciocho o veinte. Poco tiempo fuimos solo cuatro.
Diferentes en edad, en profesión, en… estado civil (hay de todo), nos lo pasamos muy bien juntos. Disfrutamos de los amigos. Y disfrutamos de ver que el paso del tiempo no disuelve los lazos que se han ido creando; y sabemos que no los disuelve porque, como dice la famosa frase, “recorremos con frecuencia la senda de la amistad para que no crezca la vegetación en ella y la haga intransitable”. No se quien lo dice pero tiene razón. La recorremos cada jueves, por lo menos.
Los pitufillos, que poco a poco han ido viniendo, nos recuerdan, por si se nos olvida, que ya han pasado muchos años desde que empezamos, allá en el piso de la plaza.
Y es que justamente, uno de los placeres de la vida, es disfrutar de los amigos, días, meses, años. Ir así creciendo, madurando, envejeciendo. Y si es alrededor de una mesa, mejor que mejor. Así al placer de la amistad se le une el placer del buen comer. Ambos placeres son muy sanos y se complementan de maravilla.
Recientemente leí un libro titulado El frío modifica la trayectoria de los peces, que recomiendo muy vivamente, que me hizo caer en la cuenta de algo muy importante, y que no solemos tener en cuenta. La trayectoria vital, la vida de las personas que nos rodean, modifican la nuestra, aunque no nos demos cuenta de ello.
Años y años de nadar juntos. Y el deseo de seguir haciéndolo. Es bonito saber que la gente a la que quieres y que te quiere, modifica sin saberlo tu trayectoria en la vida y tú la de ellos. Es bonito.
 ¿Y lo del frío? Leed el libro. Es agradable, tierno, optimista, vital. Además se lee pronto. Es de Pierre Szalowski.


                                                                  Saludos, jueveros.

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