Soy carnívoro,
muy carnívoro. Me gusta, como a los muy carnívoros, la carne poco hecha, y
claro, como es lógico, me encanta el steak tartar. El problema es que no hay en
muchos sitios y, además, donde hay es caro.
Por eso, un
buen día me dije, voy a probar a hacérmelo yo. Pensado y hecho. Faroleé por internet muchas
recetas, y elaboré la receta que pensé que más me podía gustar. Hice el experimento con mi amiga y cuñada Gemma, también carnívora como
yo, y conmigo mismo, claro. ¡Genial! Ya no tengo que buscar restaurantes.
Ahora bien,
hay que tener clara una cosa. La carne se come totalmente cruda, por lo que debe
ser de gran calidad. Hay que comprarla en una carnicería de confianza, y así lo hice
yo.
Los
ingredientes para dos o tres personas son los siguientes.
1/2 Kg. de solomillo de ternera.
1 cebolla
mediana.
1 diente de
ajo.
6 pepinillos
encurtidos.
2 cucharadas de
alcaparras.
2 cucharadas
de mostaza.
2 cucharadas
de salsa Lea Perrins.
1 cucharadita
de tabasco.
El zumo de
medio limón.
Una cucharada
de aceite de oliva.
Pimienta negra
molida.
Sal al gusto.
Córtese la
carne con cuchillo (no con picadora) a taquitos muy pequeños. Mejor si lo hacen
en la carnicería. La cebolla, el diente de ajo, los pepinillos y las alcaparras, sí se trituran con la picadora, pero sin llegar a hacer una pasta. Trozuelos
pequeñitos, no puré.
El siguiente
paso es muy fácil. Introdúzcase todo en un bol y añádanse los demás
ingredientes. A saber, la mostaza, la salsa Lea Perrins, el tabasco, el zumo de
limón, el aceite de oliva, la pimienta y la sal.
Y ahora, con
un cucharón, o con las manos enguantadas o impecablemente limpitas, mézclese bien todo. Sin prisa,
bien mezcladito, hasta que quede un conjunto uniforme. Después déjese macerar a
temperatura ambiente unos quince o veinte minutos.
Lo que queda
es la presentación. Busca un recipiente, para darle forma, a modo de molde. Yo lo
hice como si fueran hamburguesas y las decoré con una ramita de romero.
De
acompañamiento se puede poner algo de verdura, pero es lo de menos. El “chichi”
es lo que está “güeno”, muy, muy ¨”güeno”.
Pues nada; si
eres de los que pide solomillo o entrecot poco hecho, no entiendes a quien se come
la carne quemada (para eso que no la pidan, piensas), y disfrutas de ver una
carnicería bien presentada, atrévete con el steak tartar si aún no lo has
probado. Ya me contarás.
NOTA:
A continuación
tienes un enlace para que veas qué hizo Mr. Bean cuando le sirvieron en un
restaurante steak tartar. ¡Claro, es Mr. Bean! Mr. Bean y el steak tartar.
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