Parece que los Estados Unidos y Rusia se van a poner
de acuerdo para sancionar las formas inadecuadas que está utilizando el
gobierno sirio para controlar la situación en el país, encima que lo hace por
el bien de la gente y la gloria de la patria ¡Vaya, vaya!
¡Claro!, es que hay
que decirle a Basharito Al Assadito que no sea nene malo y no mate al personal
con armas químicas (deben ser bastante asquerositas) sino que lo haga como se
ha hecho “toda la vida”, a mamporros, a tiros, con minas, con morteros, con
bombas, no nucleares, claro...
El problema, por lo que deduzco, no está en matar o
no matar, sino en cómo matas. Por ejemplo, está bien pegarle a uno un tiro, o
atravesarlo como un pincho moruno, o ahorcarlo, o ametrallarlo, o reventarlo
con una bomba de las de siempre, pero no haciéndole beber salfumán, lejía o
soltando al aire ácido cianhídrico o guarradas así. Eso no está bien.
Y es que las cosas ya no son lo que eran. Antes, el
personal respetaba las honorables reglas del juego de la guerra. Ahora ni eso.
¡Hombre, no; no seamos así! Si hay que matar se mata, eso no es el problema; el
problema está en hacerlo “como Dios manda”.
¡Ay Señor, Señor!
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