Hoy diluviaba en el valle de Benasque. Ayer también
estuvo casi todo el día lloviendo. De vez en cuando, el resplandor de un rayo,
y el trueno muy cerca. Cascadas por todas partes que se despeñan,
impresionantes, desde las montañas a los torrentes. El río baja bravo,
imponente. Si sigue así, igual han de abrir las compuertas de la presa que hay en
Senarta. En las cimas altas estará nevando…El primer temporal de este verano en
los Pirineos. Hacía falta.
Me gustan estos días de vez en cuando, sobre todo si
llevo 16 días seguidos de ascensiones. Es el momento del reposo, de reponer
fuerzas, de leer, de escribir, de meditar…mientras fuera llueve, mientras allá
arriba, nieva.
Escribe un biólogo, estudioso del Pirineo, Claude
Dendaletche, en un libro muy interesante, que por cierto dejé a alguien y no me
lo devolvió, no recuerdo a quien, unas palabras que siempre me han gustado y
que hoy he recordado.
El conocimiento del universo de montaña nos lleva a
un cierto estilo de vida donde se mezclan la alegría de vivir y el sufrimiento,
la meditación y la actividad febril, pero siempre se siente en el trasfondo
personal un impulso formidable que invita a vivir…
Hoy, en Benasque, era día de meditación.
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Mall Pintrat desde los Baños. |
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Las nubes se desploman sobre Remuñe. |
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Las Peñas de Lliterola, oscuras, antes de ser envueltas por las nubes. |
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Panorama del valle entre Baños y el Hospital. |
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El agua cae por las paredes que se elevan sobre los Baños. |
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Los Baños se aprecian, oscuros, en la parte inferior derecha. El agua se precipita por las canales. |
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