Aquí tenéis un cartel que, a las afueras de Olocau, advierte del tiempo
que tardará en desaparecer del medio natural algunos de los distintos
desperdicios que arrojan ciertos individuos.
Una
colilla entre 1 y 12 años.
Un
bote de cerveza 10 años.
Un
vaso de plástico 1000 años.
Un
tetrabrik 5 años.
Una
botella de plástico entre 100 y 1000 años.
Un
chicle 12 años.
Una
botella de vidrio 4000 años.
Pues
bien, con demasiada frecuencia he de recoger, cuando ando por el monte, en una bolsita que llevo para tal
fin, algunos de los desperdicios arriba indicados. Los cerdos seguirán ensuciando e irán a más. Pero para compensar, sería bonito que todos los
que salimos al monte y tenemos principios y conciencia, recogiéramos al menos, algo de lo que los susodichos gorrinos tiran por ahí. No
cuesta nada. Creo yo.
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