Será
quizá la palabra amor una de las más manoseadas de todas, hasta el punto de que
a base de significar tantas cosas ya no significa nada. Y hoy, ese manoseo
alcanza su máxima expresión en un delirio de frases hechas, dibujitos más o
menos cursis, regalos varios y cenas románticas.
Y no
es que estén mal las frases, por muy “hechas” que estén, ni los dibujitos, sean
como sean, ni los regalos, ni mucho menos las cenas románticas a la luz de unas
velas.
Solo
estarán mal por ser pura tontería si no están movidos por el amor. Por eso, tal día como hoy, bueno es
recordar qué es en verdad el amor, porque aunque es algo que nos trasciende
totalmente, sí podemos seguir su huella y acercarnos a él.
¿Cómo?
Con un sencillo “test”. Leyendo Corintios 13 y preguntándonos si hacer lo que
ahí se nos dice que es amar no nos cuesta ningún esfuerzo. Si es así, lo
nuestro es amor, y entonces sí tienen sentido frases, dibujos regalos y cenas.
El
amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni
orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no
guarda rencor. El amor no simpatiza con la maldad, sino que se regocija con la
verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no falla nunca.
¡¡Feliz
Día de San Valentín!!
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