Este
bonito día de verano, gris y fresco, es un regalo que hay que aprovechar,
aunque no llueva porque eso, creo yo, ya sería pedir demasiado. Y digo que hay
que aprovechar porque solo durará hoy, y se acabó.
No
obstante el resto de la semana se presenta bastante tranquila. Viento flojo de
sureste, cielos despejados o con nubes de adorno, y temperaturas máximas
alrededor de los 30, días arriba, días abajo, y mínimas de 20.
En el
momento de escribir estas líneas caen gotitas, pero con tan pocas ganas, que dan
hasta pena. Un querer y no poder. ¡Ábranse las celestes cataratas!, gritaría
yo, pero no me harían caso. Por eso, ¿para qué?
Pero
bueno, a no quejarse que ya firmaría yo para que todo el verano fuera como esta
semana. Verano suave, como la mayoría de los de antes.
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