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La luna en cuarto creciente, en el equinoccio de primavera, sobre lo que debería ser verde. |
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Casi a modo de corona,. retoña el árbol muerto. |
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Quemados son casi iguales los olivos y los algarrobos. |
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"La cúpula verde, toda pintada de zenit azul", como diría J.Ramón Jiménez, es negra. |
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Hay flores. La terquedad de la vida por perpetuarse, contrasta con las consecuencias de la infinita estupidez humana. |
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Poca agua, mucho viento. El monte sigue muerto. |
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Pero hay signos, indicios de vida. Son escasos, pero muy hermosos.. |
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Una amapola, pone su inconfundible toque de color. |
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En los campos, rodeados de negro y gris, el blanco y rojo alegran. Dan esperanza. |
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Y a donde no llegó el fuego, las flores envuelven los olivos. |
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¿Tendrán primavera estos montes? Estuvieron cubiertos de bosque. Incendio tras incendio son la puerta del desierto.
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Nuestro
planeta ha pasado a las doce y dos minutos, por ese punto exacto de su órbita
alrededor del sol, que marca el equinoccio de primavera. Supongo que con el cargo que ocupa, lo sabrá.
Atrás quedó el
invierno, en muchos sitios, un invierno como los de antes. Frío, agua, nieve…;
en el Pirineo las acumulaciones de nieve son históricas, y los ríos de casi
toda España bajan poderosos.
Aquí, en
nuestra pobre tierra, ha sido un invierno para olvidar. Supongo que se habrá dado cuenta. Lluvias pocas, alguna
nevada en las montañas del interior, y viento, siempre viento. Un viento seco,
persistente, a veces violento…odioso. En los despachos no se nota.
Las grandes
extensiones quemadas, siguen negras y grises. De lejos parecen paisajes de
desiertos lejanos. La poca lluvia y el viento continuo, que ha impedido incluso
la formación del rocío, hacen difícil que vuelva la vida, aunque el verde
intenta abrirse paso…
Agua, hace
falta agua. Debe llover más, debe llover mucho. Suave pero mucho. Deben cesar
los ponientes, los mistrales. Nuestros campos, nuestras montañas lo necesitan.
¡Ay!, pero esto no está en nuestras manos.
Lo que sí está
en nuestras manos, y sobre todo en las suyas, Señora Consellera, es preparar
todo para lo que puede ser, si la primavera no se comporta, otro verano
horrible. Debe estar todo a punto. Ahora será más fácil, porque queda mucho
menos que quemar...¡! Pero aún quedan bosques verdes, pinares, alcornocales, aún
quedan. ¡Que no se pierdan más!
La vida
intenta abrirse paso. Ayudémosle. Y esperemos que el cielo en esta primavera
ayude también. Esperémoslo.
Feliz
primavera, Señora Consellera. Feliz primavera a todos.
me sumo a la felicitación a la sra. consellera
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