La foto es pequeña, la persona, no. |
Muchos países occidentales, entre ellos España,
recomiendan a sus ciudadanos que no viajen a los países afectados por el ébola.
Lógico.
Pues a uno de ellos, Guinea Conakry, ha ido José
Andrés, con un compañero y dos seminaristas. A echar una mano. Eso dicen ellos.
Vamos a echar una mano en nuestras vacaciones a
aquella gente. Ese es el planteamiento. Más allá de recomendaciones y consejos.
Más allá de la prudencia o del miedo.
No puedo menos que descubrirme ante esto, que
inclinarme con respeto ante una decisión que huele a profunda coherencia con
los valores del Evangelio.
No es ésta la primera vez que haces algo así, José
Andrés. Hace ya muchos años, también tomaste una decisión que te costó cara. La
de seguir siendo amigo nuestro, la de seguir viniendo a casa…, también en
contra de consejos y recomendaciones. Nunca lo olvidaremos.
Las situaciones son distintas. El esquema, el mismo.
Hacer lo que en conciencia crees que debes hacer, y asumir las consecuencias.
Eso huele a Evangelio. Eso hizo Alguien hace ahora unos 2000 años. Eso hace
mucha gente, creyente o no, por salvar al hombre, no ya de un virus, sino de sí
mismo.
Por todo esto, que vemos claro a través de ti, gracias. Te deseamos de todo corazón, que te vaya muy bien, que cada día esté lleno
de sentido y que ese texto de San Pablo que dice: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? lo tengas siempre
presente, como una luz en la noche, como la certeza del sepulcro vacío.
A ti y a tus compañeros, ¡que Dios os bendiga!
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