Vuelvo sobre el tema de la entrada que publiqué ayer
domingo.
El jueves, cuando aún “levitaba” sobre las montañas
pirenaicas, la sierra de Fubillons, en el valle de Gistaín, para ser más
exactos, el periódico Levante publicaba en primera página lo que podéis leer
arriba.
Lo he visto hoy por casualidad, por eso lo reproduzco
y hago el siguiente planteamiento.
O lo que dice el periódico es mentira, o lo que va a
hacer el Consell una gravísima irresponsabilidad.
A las manipulaciones de la información con la consiguiente
deformación de la realidad, la prensa ya nos tiene acostumbrados. Podría ser
pues que con el “amor” que Levante le tiene al PP haya cogido el rábano por las
hojas y los hechos no sean tal y como nos lo cuentan. Podría ser. No sería la
primera vez.
A insensateces y ocurrencias inexplicables nuestros
“dirigentes” también nos tienen acostumbrados. Podría ser pues que por ser
“sensibles” al sector pirotécnico, se pasen por el forro otras “sensibilidades” y el bien común. ¡Vamos que les importe un carajo que ardan más y más hectáreas! Podría ser.
Tampoco sería la primera vez que han demostrado que esto del medio ambiente les
importa un bledo.
El caso es que ambas cosas pueden ser. Y ambas son
vergonzosas, ambas están al margen de la ética más elemental, incluso constituyen un delito.
Pero no pasará nada. Hace tiempo me di cuenta que en
realidad el monte importa a muy pocos, aunque a algunos nos importa
mucho, muchísimo, pero somos minoría aplastada.
Yo sólo puedo hacer esto, escribir. Y joderme, claro.
Porque como se queme un solo pino por un castillito, la violencia que cada vez
más a menudo generan en mí nuestros “dirigentes” será monstruosa, y me la
tendré que tragar, ¡claro! Me la tendré que tragar. Como tantas otras veces. Y eso jode.
¿O es todo un invento del Levante para hacer pupa al
PP?
¡Ojalá!
Lo único que digo es que una cosa es ser sensibles con el sector pirotecnico y otra cosa es ser un suicida y teniendo presente lo que pasó en Cullera y que el Alcalde de allí tiene abierto un expediente administrativo y una querella me parecería inaudito que ahora, desde la Generalitat se ampararan esas conductas. No tiene sentido.
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