Tras una beneficiosa desconexión de diez días en las
montañas del valle de Gistaín, cuando he vuelto a “pisar suelo” me he visto
sorprendido por varias noticias que me han llamado poderosamente la atención
por lo significativas.
Una de ellas ha sido, según he leído, la decisión de
nuestras autoridades de cambiar la legislación que impedía hacer castillos de
fuegos artificiales cerca de zonas forestales, supongo que por presiones de
pirotécnicos, festeros, alcaldes…yo que sé.
De verdad, me he quedado perplejo y profundamente
indignado. Es “pa matarlos”.
Vamos a ver. Tal y como está el monte este verano en la Comunidad Valenciana ,
ni un castillo ni medio, ni un miserable petardito, ¡nada de nada! Pero ¿qué no
lo ven? ¿Qué no miran alrededor?
Hay prioridades y la supervivencia de nuestro montes,
de los pocos bosques que nos quedan son prioridad absoluta. Y si en las
múltiples fiestas de agosto no hay pólvora, no hay y punto. Y si los
pirotécnicos van a ganar menos y se han de apretar el cinturón, pues qué le vamos
a hacer. Lo siento, de verdad, pero hay prioridades.
El simple hecho de que este tema, y justo este
verano, se haya puesto sobre la mesa ya es demencial y si al final, y repito,
justo este verano, se modifica la ley forestal para facilitar el que se pueda “jugar
con fuego” cerca del monte es para
llevar a los responsables de este desacato a juicio.
Lo tengo claro. Este verano, si tienen dos dedos de
frente, debe prohibirse cualquier fuego, sea el que sea, sea castillo o
“mascletá”, barbacoa o “paelleta en la caseta”, si existe la más lejana
posibilidad de que esto pueda afectar a cualquier zona forestal por pequeña que
sea.
Es mejor que San Rigoberto protomártir se quede sin
su “mascletá” tradicional; es mejor que el abuelo de la familia Raudasnapias no
haga la “paelleta” de todos los años en la caseta; es mucho mejor que los nenes
se queden sin petarditos…a que pase lo que pasó en Náquera, (por una carcasa) en
Andilla (por hacer un individuo fuego en su chalet) o en La Drova (por jugar unos niños
con petarditos). ¡Por Dios que es mucho mejor!
Y nuestros señores políticos esto deberían tenerlo
claro. Presione quien presione. Y si hay normativas excesivas, irracionales,
absurdas, que las hay y muchas, que se estudien, que se trabajen, que se
consensúen y que se cambien si se considera necesario. Pero ahora, ahora “¡quietos
paraos!”. Que en los dos últimos años hemos perdido muchos miles de hectáreas
de bosque. Que este año estamos sufriendo una terrible sequía. Ahora, si se
cambia algo, sea para incrementar más y más las medidas de prevención, no para
relajarlas.
Propongo una cosa. Que la Señora “Consellera” Isabel
Bonig, asuma personal y directamente las consecuencias de cualquier incendio
que se produzca por cambiar las legislación actual o por permitir que ésta no
se cumpla escrupulosamente. Esto implica juicio, indemnización y cárcel si así
lo estimare el juez.
Es lo menos, ¿no? Si toma decisiones absurdas y peligrosas que al
menos asuma las consecuencias.
La verdad es que no he oído nada al respecto. pero sí es como lo dices es: Primero para asustarse mucho y después para hacerse oír en contra de esto. yo (ingenuo de mi) quiero creer que esto es un bulo o algo así. porque sí no es para asustarse y mucho.
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