Un día del mes de febrero, para ser exactos el doce,
de hace ya diez años, mi amigo Pepe y yo hicimos una bonita excursión en el
valle de Tena, que ahora os voy a describir.
Es una excursión ideal para una mañana, saliendo
temprano, siempre y cuando esté abierta la estación de esquí de Panticosa y
subas en el telecabina. En caso contrario has de añadir casi setecientos metros
de desnivel y entonces es excursión de una jornada completa.
Aquel año había poca nieve y el día salió bastante
cubierto y frío por lo que la excursión fue sencilla pero, eso sí, con mucho
ambiente. Fuimos con raquetas.
Empezamos al bajar del telecabina que nos deja en el
Puntal de los Petros, a 1865
metros. Ascendimos un total de 600 metros y recorrimos
unos 8 km.
La ruta es evidente. Hemos de ir hacia el cuello Sabocos, muy visible, al este
de donde salimos, y al sur de la
Montaña del Verde, de 2295 metros, la primera
del día.
Primero por las pistas, yendo por un ladito para que
no nos atropellaran, y pronto por montaña libre, llegamos a la cabaña de
Sabocos, junto al lago del mismo nombre helado y nevado, al pie de las
monumentales paredes de la sierra de Tendeñera.
De la cabaña al cuello Sabocos y de allí a la Montaña el Verde, la ruta
es directa. Hicimos cima tras superar algún tramito empinado pero sin
problemas. El día iba tapándose poco a poco. El ambiente sobrecogía. La
estación estaba cerca, pero allí estábamos solos.
De la cima de la Montaña del Verde al pico de Faceras, de 2142 metros, muy
altivo, hay que bajar un poco para volver a subir. Vale la pena llegar allí
también. Fuimos rapiditos por si el tiempo acababa de estropearse, pero tuvimos
suerte, aguantó.
Desde ambas cimas, el panorama es soberbio. El valle
de Tena entero, la sierra de Partacúa, con la imponente Peña Telera, el macizo
de Argualas-Garmo Negro y la propia Sierra de Tendeñera, muy próxima y
espectacular es lo que más destaca. Hay mucho más, pero aquel día las nubes
ocultaban otros horizontes que con buen tiempo se añaden al panorama.
Regresamos deprisa, pues el cielo se oscurecía y las
cimas se difuminaban en el gris. Acabamos comiendo con la familia, muy a gusto,
en el barete del Pueyo de Jaca de toda la vida.
Si un día no tenéis ganas de esquiar y lleváis
raquetas, o esquí de travesía, es una buena alternativa. Soledad y alta
montaña, muy cerca de la civilización.
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El Puntal de los Petros, a donde te deja el telecabina. Detrás el macizo Argualas-Garmo Negro. |
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Fuera ya de la estación, caminamos hacia el cuello de Sabocos. |
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La cabaña de Sabocos, junto al lago que queda a la derecha. |
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El lago de Sabocos y las murallas de la sierra de Tendeñera. |
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Llegando al cuello de Sabocos. |
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Vamos ascendiendo. El collado queda ya abajo. |
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Paredes de Tendeñera. Se aprecia la oquedad donde se aloja el lago. Ascendemos. |
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Al centro y al fondo el collado de Tendeñera, paso natural al río Ara. |
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Abajo, al fondo el cuello Sabocos. Trepamos la parte más escarpada de la ascensión. |
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Ya en la cima, larga y horizontal de la Montaña del Verde. |
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Panorama al sur. La sierra de Tendeñera y el collado de donde venimos. |
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Esbelto pico Faceras. El segundo del día. |
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Llegando al pico Faceras. Detrás la larga cima de la Montaña del Verde. |
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Desde el pico Faceras, a vista de pájaro, el valle del río Ripera.Desde |
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Desde la cima del pico Faceras vista al norte. |
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Desde la cima del pico Faceras el Puntal de los Petros, de donde hemos salido. |
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Ya de regreso, llegando a la cabaña de Sabocos. Había muy poca nieve. Otros años está sepultada. |
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