La luna, hace un momento, desde la terraza de mi casa. |
Pasado
el último temporal de lluvias es hora de hacer balance. ¡Muy bien! Al menos por
estas tierras muy bien. Es este el tercer mes consecutivo con más de 100 litros
por metro cuadrado. En todos estos días hemos recogido 95 que sumado a lo que
ya había llovido este mes llegamos a los 119, y a un total anual acumulado de 613.
Tenemos
que remontarnos al 2008 para encontrar otro año de más de 600 litros. Hacía pues
tiempo que no llovía así, y eso es muy bueno. El monte lo proclama a los cuatro
vientos.
Y si
bien es cierto que hay quien acaba hartándose y agobiado de tanta cielo gris,
de tanta agua, de tanta humedad, también es cierto que hay que reconocer que
aunque nos fastidie planes, resulte incómodo y nos complique más o menos la
existencia, es necesario y bueno que ocurra, porque el agua es vida para la
naturaleza y nosotros, queramos o no, por muy urbanitas que seamos, a la postre
dependemos de ella.
Ahora
toca disfrutar de unos días del sol suave del otoño, de vientos más secos, de
días de calma y ¿por qué no? de algún chaparroncillo que otro.
¿Y si
al final, este año, llegáramos a los 700? Puede llover en diciembre. ¡Ya
veremos! De momento, hoy, una hermosa luna se ha elevado sobre una tierra bien
regada, viva y exuberante, y se reflejará brillante en charcas, arroyos y
lagunas. ¡Qué bonito!
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