¡Qué
espectáculo el monte esta tarde! La débil llovizna de esta pasada noche, y la
niebla en la montaña hasta bien entrada la mañana, junto a la atmósfera en
calma, han llenado las plantas, sobre todo el esparto, de millones de gotitas
que brillaban al sol de invierno.
Las
fotos son solo un pálido reflejo de lo que era aquello. Caminar entre
innumerables destellos de luz era asombroso. Todo un regalo de absoluta belleza
en medio de estos tiempos feos y áridos. Un oasis en el desierto.
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