Comparto esta foto, que hice el otro día, sin ninguna cita. Abierta así para que cada uno que la vea piense y escriba, si quiere, lo que crea oportuno.
Yo
estuve un buen rato, allá arriba, contemplando, siguiendo al sol que se acercó
por la izquierda a la cruz y siguió su camino por la derecha, hacia el poniente.
No había nadie, y sobre el rumor lejano y apagado del ajetreo del llano,
destacaba limpio, cada cuarto de hora, el tañido de las campanas de un
monasterio próximo.
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