Parece
que esta semana, la fallera, será más normalita que esta pasada, excepto
mañana. Las temperaturas se irán normalizando, quedándose las máximas alrededor
de los 20 y las mínimas algo por bajo de diez.
El
viento de poniente, odioso él, nos dará una tregua jueves y viernes, aunque
parece ser que volverá hacia el fin de semanal pero no tan fuerte como estos
días pasados y mañana.
Porque
mañana será otro día absurdo y desquiciado. Un poniente moderado o fuerte subirá
los termómetros a 30 a la sombra, o más. Al sol, ni se sabe. Un viento recio,
seco y tórrido, como si nos soplaran desde el mismísimo infierno, nos volverá a
castigar a nosotros y a los montes que más resecos ya no pueden estar.
Cielos
despejados o con paso de nubes más o menos densas, según días. Y de lluvia nada
de nada. Ni calmas nocturnas para que se forme rocío. Nada de nada.
Sí, ya
sé que casi nadie quiere que llueva esta semana. ¡Vale! Pero que llueva la
siguiente. Es urgente. O al menos que pare el poniente y entren vientos del
mar.
Este
invierno, que tampoco ha sido tan invernal, y muy seco, está acabando muy, pero
que muy feo.
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