Me asombra la fuerza de la vida.
Caminaba ayer por las Rodanas Contemplando a mi pesar, triste, el humo del incendio
del Alto Mijares, cuando en el suelo, en un suelo seco y duro, que tendrá ya
olvidado la caricia del agua, un lirio me recordó que estamos en primavera,
aunque no muy lejos, hacia el norte, la primavera haya sido sofocada por el
infierno.
Olía a
azahar, el viento era fresco y el cielo azul.
Todo
tan hermoso y tan frágil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario