FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

sábado, 23 de septiembre de 2023

Gracias y que Dios te bendiga, Ricardo.



No me resulta nada fácil escribir estas líneas, pero tengo muy claro que quiero hacerlo y además debo hacerlo. Sé además que mis palabras las suscribe plenamente Isabel, y a buen seguro las suscribiría mucha gente que no leerá nunca esto y mucha de la que sí lo leerá.

Empiezo por darte las gracias de todo corazón por todo, que ha sido mucho, muchísimo. Has sido, Ricardo, una bendición para nosotros, un rayo de luz, aire fresco y limpio, una presencia sanadora… No podíamos ni soñarlo cuando Juan te trajo por primera vez a nuestra casa.

Nadie esperaba que tuvieras que irte tan pronto; tú tampoco. Pensabas jubilarte entre nosotros. Tenías proyectos a largo plazo… Pero el sr. Arzobispo te quiere más cerca y que tu acción llegue a más gente, por eso te ha nombrado Vicario Episcopal, y te has de ir.

A nosotros nos duele, ¿sabes? También a ti te duele dejar esta comunidad parroquial a la que quieres y querrás siempre, lo sabemos. Pero he de reconocer que don Enrique ha tenido buen criterio, mal que nos pese, porque ha elegido a quien no buscaba ser elegido. Siempre he pensado que en la Iglesia como en otras muchas instituciones, el que ansía un cargo en realidad se está buscando a sí mismo; no es de fiar. Al que ni lo sueña, a ese hay que dárselo, lo entenderá como servicio. Y ahí estás tú.

Y por obediencia y como servicio a tu Iglesia, a nuestra Iglesia, nos dejas. Te vas por esos caminos del mundo, negándote a ti mismo, a servir como nos has servido, a cuidar como nos has cuidado, a ayudar como nos has ayudado, a reconciliar como a tantos has reconciliado, siempre en nombre del Señor.

Dejas en nuestra memoria momentos inolvidables, algunos públicos, otros más íntimos que así deben seguir. Con niños, jóvenes, ancianos, matrimonios, enfermos…En lo más duro de la pandemia las campanas nos decían por la tarde que habíais acabado la misa, y pensaros allí, solos en el templo silencioso, haciendo presente a Jesús, rezando por todos, nos reconfortaba. O cuando saliste a la puerta con el Santísimo y te vimos por la tele bendiciendo al pueblo frente a la plaza vacía… A cuánta gente le saltarían las lágrimas en aquel momento.

Como han saltado hoy en tu última misa como nuestro párroco. Puedes estar seguro de que ese largo y cerrado aplauso, con toda la iglesia en pie, arrancaba desde lo más hondo de tus feligreses, incluso de muchos que no lo son y hoy han estado también allí. Era la forma de darte las gracias y de decirte que te queremos.

Y no te sientas abrumado por tanto cariño. A fin de cuentas uno recoge lo que siembra, y si tú hoy estás recogiendo esto es porque lo has sembrado y es ahora el momento de la cosecha en esta bendita tierra de Ribarroja. Disfrútalo como un regalo merecido.

Porque lo mereces, no pienses que no lo mereces. Claro que sí. Somos nosotros, hablo ahora por Isabel y por mí, los que no merecíamos el sorprendente y hermoso regalo de tu amistad.

Cuando esta noche te acuestes igual te cuesta dormir, ¿verdad? Piensa en la lectura de Isaías de la misa de hoy:


"Porque mis planes no son vuestros planes, 

vuestros caminos no son mis caminos

-oráculo del Señor-.

Cuanto dista el cielo de la tierra, 

así distan mis caminos de los vuestros, 

y mis planes de vuestros planes".


Y Él te lleva por sus caminos. Que esta certeza te dé paz.

Amigo Ricardo, has sido para nosotros, para muchos, una caricia de Dios. Que Él te bendiga y te acompañe siempre.

Isabel y Jesús.

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