En un centro de dos líneas, con las aulas bien
llenas, se organiza una reunión de padres de alumnos de 3º de primaria a 4º de
ESO, para tratar el tema del uso de las nuevas tecnologías con una
especialista. Acuden siete personas.
Si descontamos los que por horario no han podido
asistir, los que no se han enterado porque la citación se ha quedado en la
mochila del chiquillo, los que a última hora han tenido un problema…, si
descontamos a los que de verdad no han podido ir, que los hay, queda un número
considerable de papás a los que esto de las nuevas tecnologías parece importarles
un bledo.
Y aquí está el problema. Que no hay conciencia real
de que de verdad hay un muy serio problema y de que quien lo está generando no
es consciente de ello. La cuestión es que muchos de vosotros, papás, estáis, en
este aspecto, actuando de un modo absolutamente insensato. Esto es lo que pasa.
Y no os lo creéis.
Quiero ser claro. Nadie en su sano juicio le daría un
cuchillo jamonero para que juegue con él, o una escopeta de caza cargada, o las
llaves del coche para que vaya al “cole” a un niño o a un adolescente. Pero sí
le dais un móvil con acceso a Internet y por lo tanto todo lo que eso supone, wassap,
face-book, tuenty, you-tube…y os quedáis tan anchos. Les dais la llave a
contenidos buenos y útiles pero también les abrís la puerta a la violencia, la
discriminación, el acoso, el racismo, las amistades peligrosas, el sexo
inadecuado a su edad, la pornografía…
Vamos a ver. ¿Es tan difícil entender que hay una
edad para cada cosa, para el cuchillo, la escopeta, el coche, Internet y un
aprendizaje necesario y previo para poder usar estas herramientas con seguridad
y eficacia?
Los niños, los adolescentes, no deben tener móvil con
acceso a la red y todo lo que ello conlleva, sin una formación previa y continua
y un control paterno estricto y permanente.
Es peligroso. Es muy peligroso. Pierden la intimidad,
generan adicción al aparatito, ven lo que no deben ver, juegan a lo que no hay
que jugar, dan datos personales y familiares vete tú a saber a quién, se hacen
daño en las redes sociales, y mucho, más del que os imagináis…
Y no me invento nada. Es una irresponsabilidad rayana con el delito el comprarle al niño, al
adolescente, un móvil y permitir que lo use sin formación y sin control. Es una
irresponsabilidad cuyas consecuencias pagarán, están pagando, primero ellos,
luego vosotros, los papás, después los profesores que estamos hasta las narices
del mal uso de Internet y de los móviles en particular…la sociedad entera está
pagando y pagará, cada vez más caro, este desatino.
Y los pocos que de verdad veis la magnitud y gravedad
del problema lo tenéis tan difícil... De verdad que lo tenéis difícil, lo sé.
Pero no os rindáis. Formaos vosotros, pedid ayuda a especialistas, apoyaos en
los que se toman esto en serio, que los hay. No os rindáis. Que por vosotros no
quede.
Internet es una herramienta maravillosa,
extremadamente útil, que está cambiando y cambiará el mundo pero, como pasa con
cualquier herramienta, hay que aprender a usarla poco a poco y acompañar al
aprendiz hasta que su madurez personal le permita utilizarla para su propio
bien y el de los demás.
¡Y ojito con los móviles como regalo de Primera
Comunión! ¡Miedo me da! Volveré sobre el tema.
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