Para reencontrarme, después de muchas y hermosas
jornadas pirenaicas, con la tierra en la que nací y vivo, salí ayer sábado, con
“la Roberta ”,
a ver amanecer en el Garbí.
El lugar es bien bonito. Hacía fresco y no había
nadie. Y el sol salió como diría Antonio Machado, “bola de fuego entre dorada
bruma a iluminar la tierra valentina”. Largo rato de contemplación y silencio,
abrigado entre unas rocas, con la vista perdida en el cielo y el mar. Todo
poesía, dice un amigo mío en estos casos.
Grabé en vídeo el momento mágico en que el sol
apareció entre las nubes lejanas, y le he puesto música de Mozart. Son cuatro
minutos. Si queréis verlo pulsad amanecer desde el Garbí. A
continuación hay algunas fotos.
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