Mira por donde hoy he visto la Vuelta Ciclista a España, en
vivo y en directo. Y no precisamente por voluntad propia, pues el ciclismo es
un deporte, como me pasa con otros muchos, que me interesa bastante poco, o sea
nada. Pero como tengo claro que debe haber en el mundo para todos los gustos,
pues me parece muy bien que exista el ciclismo y haya gente que le guste.
¡Faltaba más!
Salíamos Isabel y yo poco antes de las dos de la
tarde del Nuevo Centro y un desaforado concierto de pitos de guardias nos ha
alertado de que algo pasaba. Nos han parado en un semáforo y enseguida han
empezado a pasar una incontable cantidad de guardias civiles en motos y coches.
Isabel ha caído en la cuenta enseguida, ¡la vuelta! ¡Menos mal que era la
vuelta! Si no, qué susto.
Me he dicho, ¡rayos, mil rayos! Menos mal que no he
comprado la ensaladilla rusa que iba a comprar, porque esto irá para largo. He
parado el motor y hemos bajado del coche. El termómetro de la calle marcaba 35ºC que, junto a la humedad
que había en el ambiente, daba una sensación térmica de vete tú a saber cuántos
graditos.
Seguían pasando vehículos de la Benemérita, algunos
coches con bicis arriba y otros de diversos medios de comunicación. Pronto, al concierto de los pitos de los municipales
se le ha unido el de los que, atascados por doquier, sin saber qué pasaba, hacían sonar sus claxons.
El ambiente era agradabilísimo. Seguían pasando
“beneméritos”, coches con bicis, prensa, radio, tele... El concierto, a ratos, se intensificaba. El
sol aplastaba, y entonces me he protegido con un paraguas de sus efectos sobre
mi cabeza y todo mi ser. Isabel, más adelantada, preparaba el móvil para grabar
el paso de los ciclistas que no llegaban. Ha pasado un helicóptero. Nada, aún
no vienen.
Y en un determinado momento se ha oído, ya están ahí,
ya están ahí, y zas, el pelotón muy compacto, en un suspiro, ha pasado silencioso
ante nosotros. Unos grababan con sus móviles, otros aplaudían y animaban y
otros, ansiosos por salir de allí se metían raudos en sus coches.
Y así ha sido mi experiencia con la Vuelta Ciclista a España,
experiencia de la que me quedo con dos observaciones. La primera, es de mucho
mérito pedalear con la que caía. La segunda, había más guardias civiles que
ciclistas, ¿por qué? No me molesta, pero ¿por qué?
¡Ah! y otra cosita. También he visto el Tour. Hace
muchos años, estando en el Pirineo, bajé a Jaca a ver el final de una etapa que
aquel año era allí. Le hacía ilusión a la gente con la que iba.
O sea que puedo decir que he visto con mis propios
ojos, la Vuelta Ciclista
a España y el Tour de Francia. ¡Qué,qué!
Yo, esperando. |
Se acercan. |
Más cerca. |
Encima mismo. |
Ante mis narices. |
Se van. |
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