Vuelve a brotar el verde, junto a lo que debía seguir siendo verde. |
Este verano tórrido, despiadado, excesivo, está
teniendo una pincelada de esperanza con la lluvia que de cuando en cuando nos
está visitando. Y esto, unido a que ya llovió en primavera, ha devuelto una
cierta alegría a nuestros montes y ha frenado la plaga de tomicus y demás
bichitos que tanto daño estaban haciendo. Ahora el riesgo es el fuego, sobre
todo si entra el poniente. Pero bueno, como dicen, es lo que hay.
Dejaré pasar este mes de agosto, y en septiembre, ya
de cara al otoño, volveré a preguntar a las autoridades, a las nuevas
autoridades, sobre la situación de nuestros montes tras la más peligrosa y dura
estación del año, que por estas tierras, y al menos para el medio ambiente, es
el verano.
¿Hasta qué punto está ya parada la plaga de insectos
perforadores?¿Qué van a hacer con la madera muerta que cubre muchos de
nuestros montes?¿Se va a repoblar, cuándo, cómo, quién? Estas y otras preguntas
formularé a quienes ahora tienen la responsabilidad de velar por nuestro
entorno, responsabilidad que tenemos todos, pero de un modo especial, por su
capacidad de intervención, los que han accedido a la misión de gestionar la "casa común".
¡Buen verano! ¡Que afloje el calor y llueva algo de
vez en cuando!
No hay comentarios:
Publicar un comentario