Quiero
compartir esta mañana la indignación, la honda preocupación y el miedo que
sentí cuando escuché eso de que somos los rojos del Partido Socialista. Con
estas palabras, el sr. Sánchez no sólo asesta nuevamente un golpe brutal a la
unidad de su partido sino que, en su insensato delirio, agita los viejos fantasmas que nos llevaron a una
guerra civil.
No
solo es incapaz de superar el estigma de un país siempre dividido y
enfrentado, sino que ahonda en esa división, regocijándose en un futuro de
enfrentamiento cuando dirija el socialismo, (si esto llega a suceder) desde
un partido de nuevo “rojo”, tras las purgas pertinentes, para plantar cara a los
“azules”.
Mientras,
“los otros rojos”, con estrategias al margen de cualquier ética, saldrán a la
calle en Madrid. A ver quién es más “rojo”.
No
es esto, ¿verdad? No es esto. Este es el camino del abismo. Entre los unos y
los otros, en actos de irresponsabilidad extrema, nos llevan por el camino del
abismo.
A
ver quién gana la liga, el Barça o el Madrid.
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