Admiro
a estos pueblos, perdidos en nuestras montañas, que se resisten a dejar de
existir; que pelean de mil formas, cada cual más creativa, por recordarnos a
todos que viven y quieren seguir viviendo.
Hace
unos días pasamos por Valdemeca, un pueblo de la provincia de Cuenca, en plena
serranía. Mirad lo que han hecho. Escenas de la vida cotidiana en hierro forjado, como queriendo parar el tiempo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario