Si
salís a andar por la montaña, en estos meses de primavera avanzada y en el
verano, podréis ver esta bonita planta, más frecuente de lo que parece. Es muy
fotogénica y decorativa, destacando entre los pinos y matorrales por su forma y
sus colores, habiendo diversas variedades. Sale sola o en ramilletes
Además
tiene varias curiosidades. Su nombre, espárrago de lobo, (género orobanche, con
120 especies distintas) ya es bastante singular. Al no ser verde y no poder
realizar la función clorofílica, es parásita, enganchándose a las raíces de
otras, como la retama o la hiedra, a las que quita fuerza, sin llegar a matar. Aunque
es bonita de ver no huele bien, sabe mal y casi todas las variedades son
tóxicas para el ganado.
Puede
tener uso medicinal, aunque yo no me fiaría mucho; dicen que, hervida, es
buena, para las indigestiones. También es astringente. Pero yo, si tengo alguna
indigestión o diarrea, prefiero ir a la farmacia.
En
resumen, una planta curiosa, bonita y que está bien donde está. Mejor, como
casi todo en el monte, dejarlo tranquilito y en su sitio.
Las fotos están hechas esta mañana, cuando aún hacía algo de fresquito, por las Rodanas.
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