No me
resisto a integrar en el blog y compartir la bonita noticia de la que me enteré
ayer en el Levante, porque sí, y porque las cosas buenas hay que visibilizarlas
(como dicen ahora).
Enhorabuena,
senderistas (exalumnas mías), por vuestra estupenda acción salvando a ese
precioso búho de morir ahogado en esa piscina abandonada. Tuvo el hermoso
bicho, porque mira que es bonito, la suerte de encontraros, y vosotras de
encontrarlo a él. A él le salvasteis la vida y vosotras vivisteis una preciosa
experiencia, seguro que inolvidable.
Lo
hicisteis todo bien. Andar mirando y escuchando. Descubrirlo. Ingeniároslas
para sacarlo del agua. Arroparlo con el anorac y llevarlo al pueblo, al veterinario. Y lo más
bonito, no tenerle miedo.
Ahora
sabéis que por nuestras humildes pero preciosas montañas hay un hermoso animal
que sigue allí gracias a vosotras. Y cuando por las noches ulule reflejando en
sus ojazos la luz de la luna y las estrellas, sabréis que el poder seguir haciéndolo,
os lo debe.
Sabéis,
porque vosotras lo sabéis, que me gusta aguardar la noche en el monte y
escuchar en la oscuridad la vida que allí bulle, es un maravilloso concierto.
Ahora, cuando escuche al búho pensaré en vosotras; quizá sea
él, pensaré.
De
nuevo, mi más sincera enhorabuena. Y creo que puedo deciros, en nombre de la
naturaleza a la que tanto amo, gracias Teresa y Carmen María, gracias.
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