Fin de
semana de verano. El sábado, máximas algo por arriba de los 30ºC. y el domingo
rozando los 35ºC. y las mínimas alrededor de los 16ºC los dos días. El cielo, turbio aunque despejado, y el viento del este sureste, flojo. Y no nos quejemos,
que por aquí, gracias al mar, la cosa va a ser llevadera.
Y algo
está claro, si en junio, julio y agosto tenemos unas temperaturas
proporcionales a las que estamos teniendo ahora, el cambio climático ya no será
un problema; nos habremos cocido en nuestro propio jugo y en zonas forestales, asados a la brasa, en plan barbacoa.
¡Ale! a pasar calor.
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