El fin
de semana de cambio de año va a ser plenamente primaveral y muy agradable,
aunque no sea esto lo que debería ser.
Amainará
el viento a lo largo del sábado hasta quedar casi encalmado el domingo que,
además, girará a sureste. El cielo estará azul o con pocas nubes y las
temperaturas, más propias de una Pascua tardía que de estas fechas. Mínimas de
8 o 9 los dos días, y máximas de 22 o 23 el sábado y algo más bajas el domingo.
En otras palabras. Un tiempo ideal para comerse la mona; pero claro, ahora no hay monas como no sean las del zoo y esas no se comen.
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