Llevo
comprobando hace tiempo el llamado efecto old car. Si voy a 60 Km/h. en un
tramo con esa limitación de velocidad con el coche nuevo (4 años), la
mayoría de la gente no suele adelantarme; ahora bien, si voy con La Olivia, un
cochecito que cumplió 31 años este pasado septiembre y que en tan longeva vida
me ha dado menos problemas que el nuevo,
la mayoría se ponen nerviosos y tratan de adelantarme como sea.
Es
curioso este comportamiento de muchos de los individuos de mi especie, digno de
ser estudiado por antropólogos o psicólogos, porque lo del efecto old car, me
lo acabo de inventar. Como ahora todo son síndromes o efectos y además le ponen
nombre y en inglés, pues añado yo uno.
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