Alberto y sus papás, Paz y Jesús. Detrás la Peña Telera, bonita cima del valle de Tena. |
Yo siempre he amado y admirado profundamente la
naturaleza y, como creyente, la he considerado como un gran regalo de Dios. Hace
ya muchos años, como joven monitor del Junior, compartí la experiencia de gozar
de ese gran regalo con los niños que la vida puso en mi camino.
Hoy me alegra mucho ver que esa experiencia de amor,
de admiración y de gratitud, la están teniendo también los hijos de aquellos
niños, hoy amigos de toda la vida.
Alberto, hijo de mis amigos, Jesús y Paz, y amigo mío también, escribió el
otro día, en la clase de “reli”, una bonita redacción donde brillan ese amor a
la naturaleza, esa capacidad de admiración ante ella y esa gratitud al Creador.
Podéis leerla.
UN
PROBLEMA CON SOLUCIÓN
Estimados
políticos:
Yo, Alberto Serrano, soy un estudiante de doce años,
estoy en 1º de la E.S .O.
y desde muy, muy pequeño me ha gustado la alta montaña. Ir a los pirineos,
subir montañas, recorrer valles, subir a ibones…
Hace poco, en las vacaciones de verano, fui con mi
familia allí y me lo pasé genial.
Pero hay un problema que tiene solución. El mundo es
un regalo de Dios, él lo hizo para nosotros, para ustedes, para mí y para todo
el mundo.
Pero El se siente decepcionado, triste y sorprendido
porque nosotros, los que recibimos un regalo lo hemos destrozado. Les voy a hacer
una pregunta. Si uno de ustedes le hiciera un regalo a un ser querido, y ese
ser querido suyo lo destrozara, ¿cómo se sentiría? Pues eso mismo es lo que
siente Dios.
El planeta se está contaminando y eso no es bueno.
Eso es culpa nuestra, del ser humano. Nosotros que
estamos creando sustancias que contaminan el mundo de forma brutal. Es un
regalo que no hemos cuidado bien; un regalo que quizá no merezcamos.
Por eso, mi petición hacia ustedes es: no dejen que
nuestro regalo siga sufriendo, eviten contaminar, hagan todo lo posible por un
gobierno sin contaminación. Consigamos entre todos merecernos el regalo.
Porque este problema tiene solución.
Opinión
de mi padre.
Estimados
políticos:
Yo, Jesús Serrano, padre de Alberto tengo que
expresar que mis gustos son similares a los que él expresa. Además los expresa
de una forma muy clara, quizás con la inocencia de claridad propia de su edad.
De tal manera que me uno a su petición, y puesto que
él no tiene derecho al voto, otorgaré el mío a aquel partido que se comprometa
a esta tarea.
Puesto que es tarea de todos, les pido que en sus
programas políticos lo incluyan como prioritario; y de igual modo, nos indiquen
las acciones que los ciudadanos debemos hacer para colaborar en la tarea.
Porque este problema, entre todos, tiene solución.
Opinión
de mi madre.
Después de escuchar el texto de mi hijo Alberto, mi
sentimiento es agridulce. Por un lado, mucha alegría al escuchar como expresa
su admiración y valoración de la naturaleza como regalo de Dios. Y por otro lado,
tristeza al pensar como la acción (o pasividad) del ser humano, puede dañar un
regalo tan hermoso; por constatar cómo los gobiernos “miran hacia otro lado”,
en lugar de tomar medidas que impidan el deterioro de la naturaleza.
También quiero dar las gracias por hacerme partícipe
de esta reflexión.
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