Los “profes”,
muy “enrollaos”, hacían botellón por las noches con sus alumnos, fumando y
bebiendo el alcohol que ellos compraban. No contentos con esto, invitaban, si
se terciaba, a alumnos de otros centros a sentarse un rato con ellos ofreciéndoles
tabaco, una cerveza, un trago de limoncello… En cierta ocasión, uno de ellos,
viendo a un chaval envuelto en la señera, le dijo algo así como “eso está muy
bien, no como esos idiotas que llevan esa mierda de bandera española”…Viaje de
fin de curso de 4º de secundaria. Tal cual.
Me
enorgullezco de que siempre que han ido por el mundo los alumnos del centro en
el que he trabajado toda la vida, nos han dado la enhorabuena por su
comportamiento, aunque esto que acabo de decir no quita que lo que expresa el
refrán “en ningún cuerpo falta un lunar”, sea verdad. Y el control de los
alumnos por parte de los profesores, yo mismo o mis compañeros, ha sido el
adecuado sin que eso haya roto la buena relación entre unos y otros.
Pero
no todo es así. No todos son así. Lo que he descrito en el primer párrafo,
rigurosamente cierto, es de una gravedad extrema. De hecho tengo claro que es
un delito por el que estos profesores deberían ser denunciados y expedientados
por Consellería. No se puede permitir que menores de edad, en una actividad
escolar, fumen y beban con sus profesores como colegas. No se puede permitir
que un docente trasmita, y además de un modo soez, su ideología, porque creo
recordar que la educación no debe confundirse con manipulación, aunque en este
país eso esté a la orden del día…; así nos va.
Y voy
a dar un paso más en esta cuestión, porque estoy calentito con el asunto. Sé a
quién no votarán estos profesores. Y esto hay que atreverse a decirlo. Porque todo
este montaje de perversión y manipulación de los menores desde la educación,
encaja perfectamente con la propuesta de rebajar a los 16 años la edad para
votar que defienden algunos partidos, a los que sí votarán estos profesores. La
estrategia es clara, ¿verdad? El perfil de estos docentes, por decir algo,
también.
Pienso
además en los padres que no tienen la libertad real, que teóricamente les
garantiza la constitución, de elegir el tipo de educación que quieren para sus
hijos, y han de pasar por el trago amargo, amarguísimo, de poner a lo que más
quieren en el mundo en manos de delincuentes a los que al menos, se les puede
acusar de perversión de menores y de manipulación ideológica. Y en la
adolescencia; de los 12 a los 18, ni más ni menos.
No fui
al viaje en el que mis compañeros vieron todo esto. ¡Menos mal! Lo hubiera
pasado de pena, y no sé si hubiera podido contenerme en determinados momentos.
Ya estoy mayor y cada vez aguanto menos, quizá porque los años te dan cierta
perspectiva y te van “hinchando” ciertas partes del cuerpo…Pero creo, por
ejemplo, que si la individua que hizo públicamente, ante mis alumnos y
compañeros, ese comentario sobre la bandera española lo hubiera hecho delante
de mí, no me habría callado y le hubiera dicho una burrada, o dos, o más… Y me
hubieran llamado fascista porque he atentado contra la libertad de expresión, porque
no soy progresista, porque soy un represor…,¡claro!, además trabajo en un
centro concertado…
Es
grave lo que está pasando en la educación, y aunque me consta que en todas
partes hay profesionales serios, honestos y respetuosos, hay demasiados
sinvergüenzas que, sin ningún escrúpulo, no solo manipulan a los niños y
adolescentes ideológicamente de un modo descarado, sino que orientan sus vidas
hacia unos comportamientos al margen de la ética más elemental en nombre de la
libertad. No hay que olvidar que el futuro de una sociedad está en la educación,
y una educación corrompida nos garantizará una sociedad corrompida.
¿Se
entera de esto la gente? ¿Saben los padres en manos de quién están sus hijos?
¿Actúan las autoridades para garantizar una educación de calidad, rica en
valores humanos y sin manipulaciones ni cambalaches ideológicos? Creo que no. Y
aún digo más, ¿denuncian estos abusos quienes, no estando de acuerdo con ellos,
los ven o incluso los sufren? No, ¿verdad?
Pues
creo que va siendo hora de levantar la voz los que no estamos de acuerdo con lo
que está pasando. Y denunciar; eso es lo que quiero que sea esta entrada, una
denuncia. Aunque por ello nos insulten y desprecien, viendo en nosotros lo que
en realidad son ellos.
Porque
después de todo, ¿no será un honor que te insulte y desprecie un profesor que
bebe y fuma con sus alumnos y manipula sus mentes jóvenes sin escrúpulo alguno?
¿No será eso un honor?
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