No
todo va a ser negro, feo y sobre todo tonto. Esta mañana, me he enterado de dos cositas que juzgo
positivas. Una de ellas, la dimisión del ministro Huerta, cuyo currículo me
producía cierta desazón. No podía entender que alguien que se ha rebajado a
participar de locuaz tertuliano en esos programas basura que tanto daño hacen,
llegara a ministro. En su lugar, tenemos al señor Guirao, con una trayectoria profesional
mucho más digna de llevarle al ministerio de Cultura. Además, sus primeras
declaraciones, diciendo que es uno de sus objetivos prioritarios apoyar las
humanidades y que piensa que la cultura nos hace más personas, son
reconfortantes.
Por
otra parte, el ministro Borrell dice que se plantea, como objetivo prioritario, lavar la imagen de España de las mentiras con las que el independentismo la ha
ensuciado, desde el más absoluto cinismo y al margen de los principios éticos
más elementales. Ardua tarea, pues todo ese montón de basura que nos han echado
encima se añade a la leyenda negra, injusta y falsa, que tiene este país. Leyenda que
asombrosamente cierto sector de sus ciudadanos se cree a pie juntillas, por
ignorancia, esnobismo y estupidez. Por lo que veo el sr. Borrell no es de esos.
En
fin. Ojalá alcancen sus objetivos. Ojalá el ministro Guirao consiga hacer
entender que por mucha ciencia y mucha técnica que tengamos, si no tenemos
humanidades no tenemos nada. ¡Vamos!, que si es importante una ecuación de
segundo grado y saber hacer integrales, no sé, no lo es menos conocer de verdad
a Aristóteles o a Cervantes.
Y
ojalá el ministro Borrell utilice un buen detergente y hasta estropajo metálico para
dejarlo todo bien limpio, sin miedo a rayar nada, que la piel de este país ya
está bien endurecida a base de aguantar palos ajenos y propios, que son los más
dolorosos.
¡Que
la fuerza de la razón y la luz de la verdad les guíe y acompañe, señores ministros!
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario