Esta
primavera algo más fresca, lluviosa y larga, ha dejado también por aquí, por el
Mediterráneo, algunos regalos. Hoy me he encontrado, andando por el Javalambre,
de golpe, justo en una curva de la carretera, este que comparto.
A la
sombra de una sabina, con un vientecillo suave y agradable, he contemplado
largo rato, y me ha costado irme.
Advierto
que las fotos son muy parecidas, pero es que no sé cuál quitar.
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