FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 1 de junio de 2023

Evitar lo evitable.



Hablaba ayer de las bombas incendiarias que tenemos diseminadas a lo largo de nuestros montes y caminos. Voy a concretarlo, pues creo que es importante tener conciencia de ello y más en los tiempos que corren.

Me refiero, no a toda la basura que esos cerdos que viven entre nosotros como si tal cosa echan en el monte, en el pueblo y donde se les ocurre, sino a dos tipos muy concretos de basura que son los peligrosos de cara al verano.

El vidrio, normalmente en forma de botella, no siempre, y las latas. De formas distintas pueden provocar un incendio de consecuencias catastróficas para nuestro entorno natural más próximo.

Las botellas y el vidrio, por ampliar la fuerza de los rayos solares actuando como una lupa. Un día de verano, con poniente y temperaturas disparadas es muy fácil que empiecen un fuego, habida cuenta de que están sobre todo en los bordes de los caminos o no lejos de ellos, donde hay en estos meses hierba muy seca.

Los botes de un modo diferente pueden provocarlo también. Sol, calor canicular y viento seco y caliente, elevan la temperatura del bote de tal modo que si lo tratamos de coger nos quemará la mano. Esos botes, sobre hierba seca, y es donde suelen estar, con la incidencia de un viento tórrido y seco, puede provocar la combustión espontánea de la hierba que esté en contacto con él.

Bien. Pues como dije ayer, todos los caminos y sus proximidades del término municipal y de los colindantes están llenos de botes y botellas, además de otras basuras que al menos no pueden provocar incendios.

Y el verano, no nos engañemos con este inicio suave, será duro, muy duro. Y habrá días de poniente y temperaturas absurdas. Y en cualquier momento puede desencadenarse la tragedia.

No está en nuestras manos ese imbécil descerebrado que tira la colilla encendida, o el gilipollas que monta la barbacoíta en su caseta sin precauciones, o el que se pone con la motosierra o la radial a hacer de leñador o de manitas donde no debe, un día de agosto. Tampoco las tormentas secas.

Pero sí esta otra posible y más que probable causa. Al menos evitemos lo que sí podemos evitar. Y eso es un trabajo de los ayuntamientos. No basta con declarar paraje natural una zona, o poner postecitos con indicaciones de rutas y lugares, cosas que están muy bien. Hay además que cuidar de verdad el entorno, limpiarlo y mantenerlo limpio es esencial; porque desgraciadamente seguirán ensuciándolo.

Es tan sencillo como enviar una camioneta con algunos operarios a recorrer todos los caminos limpiando los bordes y las zonas próximas utilizadas a menudo como vertederos. Varias veces al año, sobre todo antes del verano. Y podían empezar por esa explanadita que queda a la derecha del camino de Cheste cuando gira a la izquierda tras el collado. Es una “porcatera” y además, recientemente alguien, que prefiero no calificar, ha tirado sobre la hierba seca unos cristales enormes.

Esta incomprensible y peligrosa guarrada, teniendo a un tiro de piedra el ecoparque, encabeza esta entrada.

Yo ya lo he dicho públicamente. No sé qué más puedo hacer por estos montes nuestros que son una auténtica joyita natural, rica en vida vegetal y animal, y que el día que los quemen, ojalá nunca pase, no serán ni siquiera noticia porque después de todo no son más que unas pocas hectáreas.

 

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