Faroleando por la red, encontró Isabel este
interesante testimonio sobre la utilización de los teléfonos móviles. Los
señores Hoffman, de Cape Cod (Massachussets, EEUU) regalaron a su hijo Greg, de
13 años, un iPhone; pero junto al deseado regalito, llegó también un contrato
en el que se estipulaban 18 condiciones para que Greg disfrutara de su
“juguetito”, quedando claro que si incumplía alguna de las condiciones, el
contrato quedaba roto, y el iPhone volvía a sus padres.
¿No es una
buena idea?¿Por qué no nos planteamos regalar a los niños móviles “con contrato”?¿Por qué
se los regalamos normalmente demasiado pronto y sin condiciones? ¿Por qué no
controlamos en serio el uso que hacen de él? Aquí está a modo de ejemplo, el contrato que tuvo que firmar Greg para disfrutar de su iPhone.
1. Es mi teléfono. Yo lo he comprado (la madre). He pagado
por él. Yo te lo cedo.
2. Siempre sabré la
contraseña.
3. Si suena, responde. Es un teléfono. Di hola, sé educado. Nunca ignores la llamada si es de tu padre o de tu madre. Nunca la ignores.
4. Danos el teléfono a las 19,30h si al día siguiente tienes clases, y a las 21.00h el fin de semana. Se apagará durante la noche y se volverá a encender a las 07.30h. Respeta los horarios de las otras familias, como a nosotros nos gusta que también se respete el nuestro.
5. El teléfono no irá contigo al colegio. Conversa con la gente con la que luego te mandas mensajes. Es una habilidad social.
6. Si se te cae a la bañera, al suelo o se rompe, tú eres el responsable de pagar la reparación. Debes tener ese gasto previsto.
7. No uses la tecnología para mentir o vacilar a nadie. No participes en conversaciones que pueden herir a otros. Sé un buen amigo o al menos aléjate de esas situaciones.
8. No envíes mensajes, correos o contactes con gente con la que no lo harías en persona.
9. No converses por el teléfono móvil con las personas a las que no traerías a casa.
10. Nada de porno. Busca en internet información y compártelo conmigo. Si tienes cualquier duda pregunta a alguien. Preferiblemente a tu padre o a mí.
11. Apágalo o ponlo en silencio cuando estés en público. Sobre todo en los restaurantes, cines o cuándo estés hablando con una persona. No eres maleducado, no dejes que un iPhone cambie eso.
12. No envíes o recibas imágenes de las partes íntimas de nadie. No te rías de eso. Algún día estarás tentado aunque seas muy inteligente. Es peligroso y pude arruinar tu adolescencia. Es una mala idea. El ciberespacio es más grande y poderoso que tú. Y es difícil hacer que algo desaparezca, incluida la mala reputación.
13. No hagas fotos y vídeo de todo. No hay necesidad de documentar tu vida entera. Vive tus experiencias. Se almacenarán en tu memoria para siempre.
14. De vez en cuando deja el teléfono en casa y siéntete seguro con la decisión. No es una extensión de cuerpo. Aprende a vivir sin él.
15. Descarga música nueva o vieja, pero diferente de la que escuchan millones de personas al mismo tiempo. Tu generación tiene acceso a más música canciones como nunca nadie ha tenido antes. Disfruta de la ventaja. Expande tus horizontes.
16. Los juegos de palabras, puzles, o los de entrenamiento mental son los mejores.
17. Mantén los ojos abiertos. Mira el mundo que pasa a tu alrededor. Mira por las ventanas. Escucha a los pájaros. Da paseos. Habla con desconocidos. Pregúntate sin usar google para responderte.
18. Si pierdes el rumbo te quitaré el teléfono. Nos sentaremos a hablar sobre ello y empezaremos de nuevo. Tu padre, tú y yo estamos siempre aprendiendo. Estamos contigo y estamos juntos en esto.
¿Qué
os ha parecido? Yo creo que no es tan descabellado hacer algo así. Y tenéis
derecho a hacerlo. Tenéis derecho. Escribid un contrato, lo habláis, lo
explicáis y le invitáis a firmarlo. Y si no quiere y se enfada, que se enfade,
es su derecho. Pero si no hay contrato, no hay móvil. Es muy importante tomarse
el tema de los móviles en serio. Es una herramienta muy potente y tan útil como
peligrosa. ¡Cuidado!.
Así
como para dejar a vuestros hijos en manos del colegio o del médico, pedís unas
garantías de que van actuar adecuadamente por el bien de ellos, cuando dejéis a
vuestros hijos en manos del móvil, ¿qué garantías tenéis de que el aparatito va
actuar adecuadamente y por el bien de vuestros hijos? Porque la realidad es que,
no está el móvil en manos de ellos, sino ellos en manos del móvil.
Volveremos
sobre el asunto.
NOTA:
Ya sé
que abordar este tema, según edades, es difícil y si ya llevan años con el móvil,
también. Pero vale la pena intentarlo. Y si aún no lo tiene, hacedlo bien desde
el principio.
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