Garmo Negro desde el Balneario con teleobjetivo. |
Miguel Ángel, José Ángel y Pepe. |
Llegando al collado entre Argualas y Garmo Negro. |
Miguel Ángel, José Ángel y Pepe en la cima. |
Arista cimera del Garmo Negro. |
Macizos de Balaitús, a la izquierda , y de los Infiernos, a la derecha , desde la arista cimera. |
Ladera sur del Garmo Negro. |
Desde el Balneario, Argualas y Garmo Negro, bajo la tormenta. |
El Garmo Negro
es un tresmil fácil, cómodo y espectacular. No obstante, hay que tener presente
que cuando hay mucha nieve, la ruta pasa por algunas zonas expuestas a aludes,
incluso a grandes aludes y que en verano, sin nieve, los últimos trescientos o
cuatrocientos metros son duros por el terreno inclinado y descompuesto.
Es por esto
que, cuando más bien se sube es justamente en los meses de primavera, cuando
aún hay mucha nieve, pero ya no se nos va a caer encima. Entonces es una
ascensión preciosa. Eso sí, suelen ser útiles los crampones y no hay que tener
miedo a las laderas nevadas y empinadas.
Salimos aún de
noche del Balneario de Panticosa, un sábado de mayo de 2011, Pepe, Miguel
Ángel, José Ángel y yo. Las damas y los retoños dormían en esos momentos, apaciblemente,
en una de las casas del agradabilísimo apartotel de Piedrafita de Jaca llamado
Piedrafita Lodge.
Nosotros
ascendíamos hacia la cumbre, angelicalmente, primero por el bosque, y luego por
prados y rocas hasta llegar a la nieve, bajo un cielo azul que poco a poco dejó
de serlo.
Una corta y
bonita arista nos dejó en la cima, una cima con un panorama extraordinario, cuando
ya estaba claro que acabaría montándose una tormenta. Eso le puso emoción al
descenso. ¿Nos pillará, no nos pillará?
Y no nos
pilló. Nos dio el tiempo justo de hacer las fotos de rigor, ya que la vista
bien lo merece, bajar, reencontrarnos con la familia que amorosamente nos
esperaba, tomarnos un cervezón y unos bocadillos en La Casa de Piedra y meternos
corriendo en los coches.
El Garmo
Negro, al que habíamos visto recortarse limpio en la mañana, en un cielo
perfectamente azul, se veía ahora imponente. Envuelto en la tormenta se veía más alto, más lejano, más inaccesible...
Sí, fue una
bonita ascensión.
Notas:
Si quieres ver
el álbum de fotos de la ascensión pulsa Garmo Negro. Un tresmil fácil.
Si quieres el
track pulsa Garmo Negro. 21 de mayo de 2011.
Si quieres la
web del apartotel donde nos hospedamos, vale la pena, pulsa Piedrafita Lodge.
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