Igual
que cuando yo tengo una inquietud agradezco que me ayuden a sosegarla, me
siento en la obligación moral de sosegar las inquietudes de los que me cuentan
las suyas. Es lo justo, hacer a los demás lo que te gusta que te hagan a ti.
¿Qué
libros nos podrías recomendar a los que "dejamos pasar" la
asignatura, sin darle la importancia que tiene? Esta pregunta, formulada en facebook,
a raíz de la entrada Necesitamos más que nunca la filosofía, me transmitió una
noble y digna inquietud. Y pensé. Y vi que no era fácil la respuesta. No era
posible una respuesta cerrada, una lista de libros, por ejemplo. ¿Qué hacer
para que mi respuesta estuviera a la altura de la pregunta?
Y
devanándome los sesos llegué a una conclusión. La filosofía no trata tanto de buscar respuestas
como de hacerse preguntas. Porque la respuesta se acaba en sí misma y es
estéril si no nos abre a nuevas preguntas. La esterilidad de las respuestas y
la fecundidad de las preguntas. ¡Ay de aquel que cree tener todas las
respuestas y ya no necesita hacerse preguntas!
Hace
mucho tiempo, Sócrates hacía preguntas a sus interlocutores para que cayeran
en la cuenta de que sus respuestas no eran tan ciertas y claras como ellos
pensaban, y así se hicieran nuevas preguntas que les acercaran más y más a la
verdad. Y así, poco a poco y con dolor, como en un largo parto, llegaran a la
sabiduría. Eso es la mayéutica, obstetricia, técnica de asistir en los partos, en griego. Ayudar a dar a luz, en traducción libre. Ayudar a ver la luz, traducción más libre aún, pero fiel al sentido último de lo que Sócrates hacía con sus discípulos.
Porque
la sabiduría es el fruto maduro de la filosofía. Dice el filósofo y escritor
suizo del siglo XVIII, J.K. Lavater, "Si quieres ser sabio, aprende a interrogar
razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y a callar cuando
no tengas nada que decir". Comportamientos estos que sólo se entienden desde la
humildad de saber que sabes muy poco, y que cuanto más sepas, más cuenta te
darás de lo poco que sabes. Es la humildad del sabio.
Pues bien,¿cuál es la conclusión?¿Cuál
es pues mi respuesta a la pregunta en cuestión? Abrir una nueva sección en el
blog donde lanzaré preguntas, esbozaré respuestas dadas a lo largo de la
historia por los grandes pensadores, y dejaré en manos de la reflexión
personal, del diálogo aunque sea vía facebook, y del ancho mundo de internet, (que
igual nos lleva a un libro de esos de papel, de los de toda la vida) la búsqueda de
las respuestas que inevitablemente nos abrirán nuevas preguntas.
La
sección se llamará FILOSOFÍA. Sin miedo, sin complejos. Porque como ya he dicho, hacen falta filósofos,
pues de lo contrario, la libertad, la justicia, la belleza, el bien, la verdad,
dejarán de ser referencia, aunque sea lejana, de nuestra sociedad y caminaremos
definitivamente sin sentido de la vida, sin conciencia de la historia, sin norte. Siempre ha pasado así. Desde que el hombre es
hombre.
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