FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 20 de diciembre de 2018

La tiranía de la mitad.



Creo que hemos perdido el norte porque los árboles no nos han dejado ver el bosque, y claro, no sabemos ni donde estamos ni a dónde vamos. Y esto nos ha pasado por utilizar tanto la palabra democracia. Se nos ha olvidado qué diablos es eso, y luego pasa lo que pasa.
Habría que recordar a todo bicho viviente que en democracia hay que hacer la voluntad de la mayoría. ¡De la mayoría! No de la mitad. Si tuviéramos esto claro, ni la mitad de los ingleses, ni la mitad de los catalanes estarían montando el “pifostio” que están montando.
A Europa le está saliendo muy caro este olvido de lo que es la verdadera democracia. Y me sorprende que con tanto intelectual sesudo, filósofo sapientísimo, político experimentado y demás seres de alta alcurnia neuronal, no haya caído nadie en la cuenta de que urge regular el tema de los referéndums en todo el territorio europeo, entre otras cosas.
Y sería muy fácil. Para garantizar que actuamos según la voluntad de la mayoría, no habría más que establecer dos criterios. Un mínimo de participación en los referéndums, dos tercios; y una mayoría real para validar el resultado, otros dos tercios; por ejemplo.
Me da igual ingleses que catalanes. Si acuden a las urnas al menos dos tercios de los ciudadanos, y de esos dos tercios votan sí al brexit y sí a la independencia otros dos tercios, sería una voluntad realmente democrática, y habría que actuar en consecuencia. Gran Bretaña saldría democráticamente de la Unión, no estúpidamente; y España tendría que reformar la Constitución para respetar a esa mayoría real, y que pudieran independizarse según ley, civilizadamente.
Pero que sólo la mitad, palmo arriba, palmo abajo hayan decidido salirse de Europa y salirse de España, con las consecuencias gravísimas que ello conlleva, y tengamos que hacerles caso, es simplemente demencial.
En el caso del brexit el asunto parece imparable. En el de Cataluña, veremos. Y ambos divorcios son malos, muy malos, porque hacen daño a mucha gente y debilitan Europa. Y además no son decisiones democráticas.
Porque aunque están actuando en nombre de la democracia, hay que decir alto y claro que eso no es democracia. Es una caricatura pueril y ridícula de la democracia. Una situación establecida democráticamente no puede cambiarse porque la mitad de los ciudadanos lo desee. Eso es una forma de tiranía; la tiranía de una mitad sobre la otra. Eso no tiene ningún sentido. Eso es coger el rábano por las hojas.
Nos quedaremos sin rábano y con cara de tontos. Y que no acabemos a tortas.

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