FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

jueves, 6 de diciembre de 2018

Vuelvo a decir SÍ a la Constitución.



Sólo yo tengo la razón. Solo yo conozco la verdad. Yo soy superior porque tengo la  razón y conozco la verdad. Los otros son el error, el mal, y por eso no tienen derecho a existir. No hay nada que hablar con semejantes individuos. Por eso debemos destruirlos o apartarnos de ellos. Sólo nosotros podemos llevar al país a la “tierra prometida”.
Este discurso, auténtica alimaña social, tan viejo como la humanidad, ha provocado millones de muertos a lo largo de los tiempos. Aquí nos llevó a la Guerra Civil y a una larga dictadura. Después, en un momento luminoso de la historia, yo estaba en la veintena, fuimos capaces de reencontrarnos y reconciliarnos, y de mirar el futuro juntos. La Constitución del 78 selló este momento histórico.
Yo, como muchos, pensaba en aquel momento que los grandes problemas que habían roto una y mil veces España a lo largo de los siglos, estaban resueltos para siempre. La pluralidad, sana y enriquecedora, en la unidad, y una vida política basada en el respeto y el consenso, rompían la maldición que suponen los nacionalismos independentistas y la dinámica perversa del constante y estéril enfrentamiento entre derechas e izquierdas, tanto más grave y peligroso cuanto más se radicalizan ambas ideologías.
Hoy, cuando esta constitución cumple 40 años, quizá los mejores de la historia de España, la gente que piensa como digo en el primer párrafo, de un modo que entiendo perfectamente, se han hecho fuertes, y apoyándose en la conciencia de que solo ellos tienen la absoluta verdad, disponen las piezas en el tablero como se dispusieron en los años 30. No hace falta que diga los nombres de los partidos en los que ha anidado esta alimaña.
Les sobra la constitución porque a todos nos iguala en derechos y deberes, y nos obliga al diálogo y al consenso. Y eso no, eso no va con ellos, porque sólo ellos tienen la verdad y no hay nada que dialogar, nada que respetar de los otros que viven en el error.
Quiero decir también que ese spot publicitario para conmemorar la efeméride, en el que aparecen dos vejetes que lucharon en la guerra en bandos contrarios, charlando amigablemente tras una vida en paz, me parece redondo, perfecto. Una llamada a no repetir la historia.
Por todo esto, vuelvo a decir sÍ a nuestra constitución, asumiendo que debe reformarse en algunos aspectos, pero siempre desde el diálogo y el consenso. Y si no lo hay, no debe tocarse ni una coma, hasta que lo haya, como en el 78. Es la única manera de asegurar un futuro en paz y bienestar.

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