¡No despreciéis al boniato! ¡No me despreciéis! Soy un boniato, pero estoy muy güeno. |
Este
dulce es fácil y rápido de hacer, y está muy, pero que muy bueno. Además
permite diversas presentaciones, aunque la que a mí me gusta es con dátiles, ya
que su sabor combina muy bien. Además dicen los entendidos que es muy sano para
muchas cosas.
Ingredientes:
Boniatos.
Azúcar.
Piñones.
Dátiles
(optativo)
Introdúzcanse los boniatos en el horno a la máxima potencia durante una
media hora larga. Cuando ya estén asados, se separarán muy fácil de la piel,
se hace de ellos, con las manos limpias ¡claro! un amasijo al que se le añade un
puñado de piñones por boniato.
Tras
trabajar bien la mezcla, se introduce en un recipiente ancho y poco hondo, y se extiende en
él de modo uniforme, apretando con una cuchara para que no quede muy gruesa. A
continuación espolvoreamos con azúcar toda la superficie, sin pasarnos, y
volvemos a introducir el dulce en el horno unos veinte minutos.
Y ya
está. Los dátiles son de decoración. Se ponen encima, acostados formando una
estrellita, una pareja durmiendo en su saco de dormir; o de pie, a modo de
menhires troglodíticos, por ejemplo. En fin, ahí ya entra la imaginación de
cada uno.
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