¡¡¡Decepción total!!!
Un temporal de levante “de los de antes” nos ha dejado 18 litros, 18 miserables
litros. Nada de lluvias generales y generosas. Tormentas y chubascos puntuales
y diseminados, a veces intensos, sobre todo en la costa y poco más.
La
ilusión de que el verano acabara con un golpe serio a la sequía ha sido un
espejismo provocado por los fallos en las previsiones y el sensacionalismo de
los medios de comunicación.
Sigue
la sequía.
Y la
próxima semana se presenta muy veraniega. Sí, el verano acabó otoñal y el otoño
empieza estival. Permitidme decir asquerosamente estival, porque el poniente,
casi nunca bienvenido, ahora tampoco, se encargará de subir los termómetros
hacia media semana hasta los 33 grados, con mínimas de 23. El veranillo de San
Miguel viene bravo.
Cielos
despejados con nubes de paso y viento de poniente que irá cogiendo fuerza,
siendo el jueves y el viernes los peores días de la semana. Mucho calor y
poniente fuerte; pleno verano. Y de lluvia nada de nada, claro.
La
esperanza está en que para el sábado los modelos dan un brusco descenso de las
temperaturas situándose entre 16 y 22. Es decir, la mínima del viernes será
superior a la máxima del sábado. Pero esto queda lejos y con los garrafales
errores en las predicciones, a saber qué pasa al final.
Aquí
seguimos igual que estábamos, aunque a la mayoría de la población le dará la
sensación de que ha llovido mucho. Lo que está pasando, y volverá a pasar en
casi toda España sí que es llover mucho.
235 litros en 376 días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario