Hay libros que marcan una vida. Uno de ellos es uno
pequeño, ya antiguo, del año 1975, creo, titulado Cantos de fiesta y lucha, de
Víctor Manuel Arbeloa, sacerdote navarro cuya fe encarnada en la sociedad le
llevó a la política activa, militando en el PSOE y llegando a ser el primer
presidente del parlamento de Navarra.
El librito en cuestión lo tenía perdido entre el
montón desordenado de libros que tenemos en casa, pero un día de estas fiestas
lo dedicamos a organizarlos, y entre otras sorpresas agradables, apareció. Ahí
lo tenía. Releí ávidamente algunos de los textos que tan importantes y hermosos
me resultaron en mi juventud y mira por donde, no me defraudaron. Siguen
estando tan vivos como cuando hace más de treinta años los leíamos en nuestras
reuniones de los juniors, en misa en la parroquia, en las acampadas celebrando la Eucaristía bajo un
olivo…
Con uno de estos textos precioso y lleno de esperanza,
os deseamos Isabel y yo que no caigamos en la triste tentación de que estamos
“situados sin remedio en el puesto inseguro de la feria del mundo, consumiendo
poco a poco la despensa de los años”, sino que libres del “miedo y del vacío”
caminemos en la vida “hasta que la tarde final de nuestra cita, salga Jesús a
nuestro encuentro y conozcamos a quien, sin verlo, ya le amamos, y vayamos con Él
hasta la meta, donde la fe ya es gozo…" Sí, os deseamos feliz 2015.
Bueno,
leed el texto entero, si queréis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario