Fijarse
en las cosas cuando andamos por ahí,
tiene muchas veces su recompensa. Ya este verano, vimos, en Bielsa, este
curioso tablón con sus maderitas que unía la calle con el balcón de una
vivienda.
No nos
dio tiempo de calentarnos la cabeza pensando en su posible utilidad, porque apareció un gato y tranquilamente subió por la “escalera” a su casa.
¡Ya
ves! Resulta que es la escalera para el gato. Para que entre y salga de casa
cuando quiera. Para que se sienta un gato libre, pero con hogar.
Este
domingo pasado ahí seguía la escalera, pero no vimos al gato. Estaría afaenado
en sus tareas gatunas, o durmiendo plácidamente junto a la estufa.
Nos pareció curioso y simpático. Ahí tenéis la foto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario