Pues
sí. Se me ha ocurrido esta tarde mirar si algún 29 de abril había hecho alguna
ascensión pirenaica. Y había varias. ¡Qué recuerdos viendo las fotos! Aquellos
tiempos en los que nos podíamos mover libremente de aquí para allá, sin miedo a
nada.
La
cima fue el pico del Cuello Marcón, de 2065 metros, una bonita y poco conocida
montaña del valle de Hecho. El tiempo no era bueno. Hacía frío y había muchas
nubes, que tuvieron a bien, en el descenso, calarnos hasta los huesos. A
cambiarse en el coche y una buena comida en el pueblo. ¡Qué bonito!
En fin,
recuerdos de otros tiempos que, al menos en estas cosas de las montañas, sí
fueron mejores, sin lugar a dudas.
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