Con ocasión de un grato evento familiar hemos pasado
hoy un día muy, muy valenciano. Un paseo en barca por la Albufera y una buena
comida en un restaurante de El Palmar que ha tenido como plato fuerte un “arròs
del senyoret” que estaba muy bueno.
El día, como ya viene siendo habitual, era
desagradable a causa de un fuerte y persistente viento de poniente. Olas en la Albufera y, eso sí, un
cielo azul, surcado por nubes altas, precioso. Es lo único bonito que tiene el
odioso poniente, los cielos, los altos cielos de poniente.
El paseo, pese al viento, ha sido agradable, y la
comida, en el restaurante no hacia viento, ¡faltaba más! muy buena y bien
servida.
Y he pensado que hay que ir de vez en cuando a la Albufera, navegar por
ella, meterse por sus caminos y canales, conocer sus puertos, verla con cielo
azul o gris, con levante y con poniente, y sobre todo disfrutar, aunque sea de
tarde en tarde, de sus espectaculares atardeceres.
Lo tenemos tan cerca, y al menos nosotros, vamos tan
poco. ¡Bueno, pues ahí van algunas fotos!
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Canal contiguo al restaurante. |
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Barcas con el aparejo para la vela latina. ¡Mediterráneo! |
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Barraca valenciana de "toda la vida". |
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La proa de nuestra barca enfila un canal. |
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Se abren canales a derecha e izquierda. Es un laberinto lleno de vida. |
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El viento mueve las cañas con fuerza. |
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El cielo es de un azul profundo. |
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Una barca aparece entre la vegetación. |
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Las montañas del sur, donde sí llueve, emergen al fondo. |
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Hay mil instantáneas como ésta. |
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Los "plumeros" agitados por el viento e iluminados por el sol. Es bonito. |
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Otra barca nos precede. Volvemos al embarcadero. |
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La barca de nuestro paseo. Bonito nombre. |
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Y luego a comer. Estaba muy buena, como el aperitivo. |
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Con su permiso publico la foto del "cumpleañero". Felicidades Jesús Fernando. |
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