Esta foto, que me parece genial, no es mía, la hizo
Mª José a mi hermano, en Vitoria, hace algún tiempo. Es una foto para
contemplar. Llueve, como aquí hoy, y la ciudad adquiría ese ambiente especial
que le da el agua, tan frecuente allí, tan raro aquí. Pasear por las calles del
casco antiguo, junto a la catedral, bajo un paraguas, tenía su magia. Y ellos,
aquel día, la disfrutaron; no me cabe la menor duda.
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