Todo eran verdes pinares. Montañas entre Liria, Alcublas y Altura. ¿A quién le importa? |
No me lo esperaba. De verdad que no me lo esperaba.
Un domingo por la tarde gris, fresquito, lluvioso y con poco viento. Ya no
tenía memoria de algo así. Recogerse en casa y pensar que fuera el agua bendice
los campos y los montes, que la gente anda por las calles bajo los paraguas y que
esta noche las luces sacarán brillo al suelo mojado, ese brillo que la luz saca
al agua, a la vida.
Pero esto, al menos de momento, no es más que un
breve, brevísimo respiro. Son las ocho y media de la tarde, y han caído cuatro
litros. Cuatro tristes pero útiles litros. Por el interior parece estar cayendo
más, pero no sé si seguirá lloviendo. ¡Ojalá! Y mañana, las previsiones
anuncian vientos fuertes o muy fuertes, otra vez de poniente. Y el martes
también, y el miércoles. Quizá aflojen el fin de semana.
Por eso seguimos igual. La situación de emergencia
medioambiental continúa. Tendrían que entrar levantes, y llover durante días, y
nevar en las montañas para poder dejar de mirar el monte con la constante
preocupación con la que la gente que lo queremos lo miramos.
Por fin, la carta al Presidente de la “Generalitat”,
la anterior entrada, no sólo se la envié a él y algunos alcaldes de la comarca,
como en ella decía, sino a concejales, a partidos políticos, a periódicos, a otras
instituciones más o menos relacionadas con el medio ambiente.
De momento, la respuesta es el silencio. Hay que
decir que lo hice el viernes por la tarde; veremos mañana lunes. Sí es cierto
que se han disparado las entradas al blog. Ha sido la única respuesta. Lo demás
silencio.
Lo único que quiero es que se tome conciencia de la
situación que tenemos en Valencia y que las autoridades actúen con rapidez y
eficacia para prevenir, para evitar intervenir que es siempre el fracaso de la
prevención.
Me resulta incomprensible cómo, según leí el viernes,
el PSPV pide al Gobierno Valenciano que suspendan cautelarmente las quemas
agrícolas. Con la situación que tenemos, hace ya muchos meses que tenían que
estar suspendidas. Prohibidas terminantemente. ¿Hace falta que lo tenga que
pedir la oposición?
Mientras escribía estas líneas, un buen amigo, hombre
de monte de toda la vida, me decía que el otro día pidió un permiso de quema en
un ayuntamiento, y cual fue su sorpresa cuando se lo dieron para varios días y
para donde le diera la gana. Su explotación no esta en zona forestal, pero ¿y
si hubiera estado? A quien le dio el permiso, le importaba un bledo si iba a
quemar junto al bosque o al lado de la autovía, y le importaba otro bledo el
que sigan los ponientes y desde agosto casi no haya llovido.
Y es que, la sensación que me da es que en el fondo, hay
demasiada gente a la que la naturaleza le es indiferente. Les da igual, andar,
correr, pedalear, conducir, vivir entre el verde que entre el negro. Por esto, porque a mucha
gente le da igual, los políticos con hacer parquecitos naturales, poner
señalitas monas en los senderos, celebrar ridículos días del árbol, organizar
campañitas chorras para escolares y poner cara de preocupación en la “tele” cuando
por estupidez e irresponsabilidad llega el fuego, tienen bastante. Ya han cumplido. Nadie les pide más.
¿Qué no es un delito grave que la “Consellería” de
Medio Ambiente no haya prohibido las quemas ya hace tiempo, por ejemplo? Nos
habríamos ahorrado el incendio de Soneja, y casi seguro, y sé por qué lo digo,
el de Gilet. De momento. Y de paso habríamos ahorrado dinero, ¿no?
Irresponsabilidad y negligencia con resultado de desastre natural entre otros.
¿No es esto un delito?
Bueno, a pasar buena "ponentá" mañana, y pasado, y el otro…Al menos mañana será fresquita.
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