El "Monte do Gozo" a las puertas de Santiago. |
Si buscáis en el diccionario de la RAE , cosa ésta muy sana, el
significado de la palabra iniciático,
encontraréis lo siguiente: 1. adj.
Perteneciente o relativo a una experiencia decisiva o a la iniciación en un
rito, un culto, una sociedad secreta, etc. Es la única acepción que tiene, y qué bonita acepción.
Pues bien, ahora entenderéis que desee que vuestro
andar por Galicia, de camino a Santiago, haya sido para cada uno de vosotros un
camino iniciático, es decir una experiencia decisiva, vuestra iniciación en el
rito de llegar “al alma del libro”, de ingresar en la sociedad de los que a esa
alma le rinden culto.
He dicho del libro, sí; pero, ¿a qué libro me
refiero? Mirad, las personas somos como un libro, con su funda, sus tapas, sus
páginas, las palabras escritas y el significado profundo que ellas tengan. La
funda es lo que se ve, casa, coche, ropa, perfume, peinado…Las tapas es nuestro
cuerpo, tal cual. Las páginas, nuestra conducta, nuestra forma de ser, de
hablar, de actuar. Las palabras escritas, nuestros sentimientos, hasta los más
hondos, los más íntimos, los que sólo compartimos con unos pocos. Y el
significado profundo de las palabras, la razón de ser del libro, su alma, que
hay quien os dirá que no existe, es vuestro espíritu, donde radica vuestra
capacidad de amar, más allá de los sentimientos ¡ojo!, de gozar de la belleza,
de perdonar; donde tiene su raíz la libertad irrenunciable, la esperanza, la
alegría que nadie os puede quitar… Y es allí, más hondo todavía, discreto,
esperándoos siempre, donde está Jesús.
¿A que vivimos al revés? Le damos mucha más
importancia a la portada, las tapas, el papel y la letra que a lo que de verdad
el libro nos dice, por eso nos cuesta tanto llegar a Él. Y aunque el libro es
todo, cómo sea nuestra vida dependerá de que vivamos desde lo hondo o nos
quedemos en lo que se ve en el escaparate de la librería, por bonito que sea.
Un camino como el que habéis hecho facilita el que
caigáis en la cuenta de que no debéis ser libros bonitos que nada significan, ostentosos,
triviales, pasajeros, de que lo mejor de vosotros está dentro, de que hay que
abrir el libro y leerlo, descubrirlo, conocerlo y cuidarlo. De que os deis
cuenta de que hay gentes de otros pueblos y otras lenguas que abren el libro y buscan, como es bueno
que busquéis vosotros. De que descubráis que es en el significado profundo de
las palabras del libro donde podemos encontrarnos de verdad a nosotros mismos y
a los demás.
El verde paisaje, la lluvia, los albergues, las ampollas,
el pulpo, la llegada a Santiago, el botafumeiro, la misa en la catedral, son
momentos del camino que habréis disfrutado, pero que tendrán pleno sentido si
acaban siendo para vosotros ese camino iniciático que os lleve a vivir de un
modo hondo y pleno.
Jesús.
P.D. Enhorabuena por vuestro comportamiento, vuestro
esfuerzo, vuestro compañerismo, vuestra alegría, vuestra entrega. ¡Gracias! Pero no
olvidéis que esto no ha acabado. ¡BUEN
CAMINO!
Isabel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario