Es bonito votar. Voy a hacerlo en cuanto acabe de
escribir estas líneas. Me asearé y me vestiré para la ocasión y bajaré al
colegio electoral, donde, por cierto está Isabel de presidente de una de las
mesas.
Me gusta ver cómo la gente, tras identificarse, introduce
su voto en la urna. Y cómo gentes de diferentes partidos pasan juntos allí el
día a la espera del resultado.
Muchas personas han entregado a lo largo de la historia lo mejor de sí mismos, y a veces su propia vida, para que hoy podamos hacer esto
en paz y libertad.
Por eso no me gusta no votar. Me parece una falta de
respeto a la memoria de todos los que han luchado por la democracia a lo ancho
del mundo y a lo largo de la historia.
Y tampoco me gusta cómo se lo montan los partidos,
convirtiendo la sana y necesaria
confrontación ideológica y política en vulgar y ruin pelea de gatos. ¿Por qué
no dice cada uno lo que propone y deja al adversario en paz? Sería tan bonito.
Como bonito sería que los medios de comunicación, tan
poderosos, fueran libres e independientes de verdad y dejaran de tergiversar,
manipular y arrimar sistemáticamente el ascua a su sardina. ¡No os digo el
programita que escuché, la jornada de reflexión, en Onda Cero…!
Pero bueno, es lo que hay. Indignado por muchas
cosas, cabreado por otras, pero voy ahora mismo a votar, que llego tarde.
Elegante forma de enseñar la coherencia. Muy cabal, esa crítica al abstencionismo. Bonito texto, que podrían llevar los partidos en sus paliques, de memoria, para hacer cundir con tu ejemplo.
ResponderEliminarDo.