FRASES PARA PENSAR.

SE DARÁ TIEMPO AL TIEMPO,
QUE SUELE DAR DULCE SALIDA A MUCHAS AMARGAS DIFICULTADES.

Cervantes en el Quijote.

domingo, 30 de noviembre de 2014

En homenaje a Vicente Folgado.


No quiero que acabe este día sin tener un recuerdo para mi amigo Vicente Folgado al que hoy, los Juniors, sus juniors, le han rendido un merecido homenaje en Gandía.
Me enteré de este homenaje esta semana, a través del Jefe de Centro de Ribarroja, pueblo donde vivo y trabajo, pero por cuestiones que no vienen a cuento, no he podido finalmente asistir, lo que he lamentado antes, durante y lamentaré después.
Y lo lamento porque me hubiera gustado de verdad estar allí y unir mis recuerdos a los recuerdos de todos, y homenajear junto a todos a una gran persona, un gran sacerdote, y además un buen amigo. Pero las cosas son como son y no como quisiéramos que fueran.
Pero lo que sí puedo hacer esta noche es compartir, con quien lea estas líneas, el momento exacto en que nos conocimos, como un momento extraordinariamente importante de mi vida.
Estábamos en Segart, en un encuentro de la, por entonces, coordinadora del Movimiento Junior de A.C. En una de las reuniones de aquel encuentro dije algo que le llamó la atención, y al parar a almorzar se me presentó, lo recuerdo como si lo viera ahora, mientras me comía un bocadillo en la barra del bar de Segart de toda la vida, barra y bar que siguen existiendo.
Quedamos para vernos unos días después en mi parroquia, San Miguel y San Sebastián, de cuyo centro Junior yo era jefe. Y así empezó todo. Don Miguel Roca, el arzobispo, deseaba un cambio profundo en el Junior, y este cambio estaba en la línea por la que andábamos nosotros.
Luego seguimos viéndonos con frecuencia hasta formar un equipo y plantear una alternativa que pusimos en marcha creando una primera Comisión Diocesana. En un viaje a Madrid intentamos evitar la ruptura con la Comisión Nacional, pero no fue posible, extremo este del que fuimos informados un día de Nochebuena.
A partir de ahí tuvimos que poner en marcha Juniors, Movimient Diocesá, del que él fue primer consiliario y yo primer presidente.
Años de intenso trabajo, de alegrías y disgustos, de recorrernos la diócesis de norte a sur, de este a oeste, de conocernos a fondo en largas conversaciones en kilómetros y kilómetros de carretera.
Sí, ya lo he dicho en este blog. Vicente ha sido, es y será una persona muy importante en mi vida. Casi todo cambió para mí a partir de conocerle a él.
Y conociéndolo hoy como lo conozco, sé que desde la Casa del Padre me disculpará y entenderá el por qué no he estado hoy en Gandía. Presiento su sonrisa viéndome escribir estas líneas.
Y al amparo tranquilizador de su sonrisa presentida, como homenaje, quiero agradecerle, quiero agradecerte Vicente, el que te fiaras un día de mí, contaras conmigo para una gran tarea a la que entregué, junto a ti, lo mejor de mi juventud, me ofrecieras después tu pueblo, tu “cole” y todo lo que, sin tú saberlo, vino después, todo y tanto. Sin ti no hubiera conocido a Isabel que me acompaña en este camino de alegría y dolor que es la vida. Aunque sólo sea por ella te debo eterna gratitud.
Una vez más, de verdad,  gracias, Vicente.

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